Sobre la Tierra no había caminos; han sido hechos por el gran número de transeúntes. – Lu Xun
Nunca se da tanto como cuando se dan esperanzas. – Anatole France
El infierno es esperar sin esperanza. – André Giroux
La esperanza vieja es la más dura de perder. – Elizabeth Barrett Browing
La esperanza es un buen desayuno pero una mala cena. – Sir Francis Bacon
Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol. – Martin Luther King
Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano. – Martin Luther King
La desesperanza está fundada en lo que sabemos, que es nada, y la esperanza sobre lo que ignoramos, que es todo. – Maurice Maeterlinck
Cada criatura, al nacer, nos trae el mensaje de que Dios todavía no pierde la esperanza en los hombres. – Rabindranath Tagore
La misma esperanza deja de ser felicidad cuando va acompañada de la impaciencia. – John Ruskin
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viernes, 14 de septiembre de 2012
domingo, 29 de abril de 2012
EL ANILLO DEL MAESTRO
-Vengo maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer
nada. Me dicen que no hago nada bien, que soy torpe y todos me rechazan. ¿Cómo
puedo mejorar?, ¿qué puedo hacer para que me valoren más?
El maestro le
dijo: -Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi
propio problema. Quizá después... -Y haciendo una pausa agregó: -Si quisieras
ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y tal vez después
pueda ayudar.
-E... encantado maestro -titubeó el joven, pero sintió que
otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas.
-Bien -asintió el
maestro. Se quitó un anillo que llevaba puesto en el dedo pequeño de la mano
izquierda y se lo dio al muchacho, agregando: -Toma el caballo que está ahí
afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que
pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no
aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa lo más rápido que puedas.
El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara, hasta que un viejito se tomó la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.
Después de ofrecer su joya a todo el que se cruzaba en
su camino, y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó. Entró a la
habitación, donde estaba el maestro, y le dijo:
-Maestro, lo siento pero no
es posible conseguir lo que me pediste. Quizá pudiera conseguir dos o tres
monedas de plata, pero no creo que pueda engañar a nadie respecto al verdadero
valor del anillo.
-Qué importante lo que dijiste, joven amigo -contestó
sonriente el maestro -Debemos primero saber el verdadero valor del anillo.
Vuelve a montar y vete al joyero. Quién mejor que él para saberlo. Dile que
quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto te da por él. No importa lo que
ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.
Llegó a la joyería, el joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó, y luego dijo: -Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.
-58 monedas?! - exclamó el joven.
-Sí -replicó el joyero -Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... Si la venta es urgente...
El joven corrió
emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.
-Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo.
-Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo.
-Tú eres como este anillo: una joya, valiosa y
única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto.
¿Qué haces
por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor? Y diciendo
esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.
miércoles, 11 de abril de 2012
UNION LIBRE... LIBRE DE QUE?
Cuando se pone de moda que parejas de novios se muden a vivir juntos, es bueno reflexionar un momento sobre la cuestión.
Desde el momento en que viven juntos, ya no estamos hablando propiamente de un noviazgo, porque su relación ha cambiado: han establecido entre ellos una unión libre. Sería interesante analizar de qué está libre esa relación. Está libre de las siguientes cosas:
- libre de compromiso
- libre de sacrificio
- libre de entrega
- libre de futuro
- libre de generosidad
- libre de proyecto a largo plazo
- libre de grandeza
- libre de fecundidad
- libre de profundidad
El ser humano se enamora de una vida sin responsabilidades, sin consecuencias, sin sacrificio... Esto es más común en los hombres pues la idea de disfrutar de compañía, pasarla bien, tener una ilusión y aventura sin consecuencias es muy tentadora.
Más sin embargo el Amor requiere de todo esto, entrega, sacrificio, abnegación y compromiso.
lo más importante de esto es que sepamos, que al renunciar a la verdadera entrega, compromiso y sacrificio... por consecuencia renunciamos al futuro, a la permanencia, a la fecundidad y autenticidad de una verdadera relación de pareja.
Sea cual fuera tu condición, Dios no quiere que juegues a encontrar el amor de tu vida, tomando parejas cual si fueran camisas o zapatos que se prueban y si no te gustan o te aprietan los desechas hasta encontrar el indicado.
Cuando tienes la vocación para la vida conyugal, lo más indicado es no omitir ese período de mutuo conocimiento y descubrimiento, de compartir y armonizar que se llama Noviazgo; para luego dar el paso a un compromiso verdadero y responsable.
Que la luz de Cristo ilumine tu camino, y te de fuerzas en la lucha, si ya estas casado; para saber entender y convivir con esa persona que está a tu lado; si estas en una unión libre, para que tengas la valentía de dar el paso de casarte o dejarla en todo caso es una desición dificil, y si estas soltero para que sepas elegir a la persona indicada dandote el tiempo necesario para hacerlo.
Al final de los años, con la llegada de la vejez y sin tener verdaderamente a nadie... es cuando se valora realmente a la pareja fiel, a los hijos que te cuidan porque tuviste la valentía de no abortarlos y sobre todo valoras ese espacio que llamamos nuestro Hogar.
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