Alimento para el alma

sábado, 30 de junio de 2012

ANECDOTAS DEL SANTO CURA DE ARS


Algunas anécdotas y frases de la vida de; San Juan Bautista María Vianey,
El Santo Cura de Ars.


Lo central de su vida, como sacerdote, era celebrar la Misa. La Misa era lo más grande para él. Durante sus cuarenta años en Ars, antes de celebrar la misa (de ordinario a las siete de la mañana) se preparaba durante casi una hora de oración... ¿era tan grande lo que iba realizar!:

"Si uno tuviera suficiente fe, vería a Dios escondido en el sacerdote como una luz tras su fanal, como un vino mezclado con el agua.
Hay que mirar al sacerdote, cuando está en el altar o en el púlpito, como si de Dios mismo se tratara".

Su gran preocupación es inculcar en los cristianos la convicción de que en la tierra estamos de paso, que vale la pena vivir siendo avaros del cielo. La tierra es comparable a un puente que nos sirve para cruzar un río; sólo sirve para sostener nuestros pies.
Estamos en este mundo, pero no somos de este mundo, puesto que decimos todos los días: Padre nuestro que estás en los cielos. Hay que esperar nuestra recompensa cuando estemos en nuestra casa, en la casa paterna".

Quiso vivir pobremente, prescindiendo de todo lo posible, para que nada le atase. Y si podía dar, prescindía sin pensárselo dos veces. Un día, cuando se dirigía al orfanato para explicar el catecismo, se cruzó con un pobre desgraciado que llevaba el calzado destrozado. Inmediatamente, el Cura le dio sus propios zapatos y continuó su camino hacia el orfanato intentando ocultar sus pies descalzos bajo la sotana.

En invierno iban muchos pobres a su casa a pedir: "Qué feliz estoy -decía- de que vengan los pobres! Si no viniesen, tendría que ir yo a buscarlos y no siempre hay tiempo".


 

En la antigua casa parroquial de Ars se conservan, y pueden verse todavía, las disciplinas y el cilicio del Cura de Ars, pero su principal instrumento de mortificación no está ahí. Lo han dejado en la Iglesia, pues era el confesionario. Durante largo tiempo del día permanecía sentado en el confesionario, prisionero de los pecadores. De ahí que sufriese una serie de hernias muy dolorosas.
Comentaba en una ocasión el señor Camilo Monnin: Nunca se sentaba en las visitas. Sin duda que era por deferencia a las personas que recibía, pero también a causa de las hernias que sufría y que había contraído permaneciendo tantas horas sentado en el confesionario.


A los padres les insistía en que atendiesen el alma de sus hijos, que es lo que más vale de ellos.
"Esa madre que no tiene en la cabeza otra cosa que su hija..., pero que se preocupa mucho más por mirar si lleva bien puesto el sombrero que en preguntarle si ha dado a Dios su corazón. Le dice que no ha de parecer uraña, que tiene que ser amable con todo el mundo, para llegar a entablar amistades y colocarse bien... y la hija se esfuerza en seguida en atraer las miradas de todos".

Así forman a las hijas moviéndolas a que vistan de cualquier manera, poniendo más atención en lo externo suyo que en su interior y cuando visten indecentemente, son instrumentos para perder a las almas. y sólo en el tribunal de Dios se sabrá el número de crímenes que habrá hecho cometer...".


* La Santa Virgen está entre su Hijo y nosotros. Aunque seamos pecadores, ella está llena de ternura y de compasión hacia nosotros. El niño que más lágrimas ha costado a su madre es el más querido. ¿No corre una madre siempre hacia el más débil y expuesto? Un médico en un hospital, ¿no presta más atención a los más enfermos?"

* El hombre había sido creado para el cielo. El demonio rompió la escalera que conducía a él. Nuestro Señor, por su pasión, ha construido otra para nosotros. La santísimaVirgen está en lo alto de la escalera y la sostiene con sus manos".

* María, no me dejes ni un instante, estate siempre a mi lado. Volvamos a ella con confianza, y estaremos seguros de que, por miserables que seamos, ella obtendrá la gracia de nuestra conversión.
María es tan buena que no deja de echar una mirada de compasión al pecador. Siempre está esperando que le invoquemos.
En el corazón de María no hay más que misericordia".

Una señora le dijo:
- Hace tres días que no he podido hablar con usted.
- En el paraíso, hija mía; hablaremos en el paraíso.


Otra le dice:
- He caminado cien leguas para verlo.
- No valía la pena venir de tan lejos para eso.


Otra señora:
- Padre mío, sólo una palabrita.
- Hija mía, ya me has dicho veinte.


Una viuda le pregunta:
- ¿Mi marido está en el purgatorio?
- No sé, no he estado allí.


Una jovencita:
- Padre, quisiera que me diga cuál es mi vocación.
- Tu vocación es ir al cielo.


Un hombre temeroso:
- Tengo miedo de ir al infierno.
- Los que tienen miedo de ir al infierno, tienen menos riesgos de ir que los otros.


A una señora, que hablaba mucho, le preguntó:
- Dígame, señora, ¿cuál es el mes del año en que habla usted menos?
Ella le respondió que no sabía. Y él le aclaró, sonriendo:
- Debe ser el mes de febrero, pues es el mes que tiene menos días que los demás.


*****

    Sebastián Germain era muy conocido del santo cura y le había ayudado a misa muchas veces de niño. Un día de julio de 1859, fue a visitarlo y lo encontró en la plaza rezando el rosario. El padre Vianney, antes de que le explicase el motivo de su visita, le dijo:

- Toma cuatro rosarios para tus hijos.
- Pero señor cura, yo solo tengo tres hijos.
- El cuarto será para tu hija.

Al año siguiente, nacía la pequeña María que llenó de alegría el hogar.


Después de un sermón, alguien le preguntó: Señor cura, ¿por qué, cuando usted reza casi no se le entiende y, cuando predica, usted habla tan fuerte?
Porque, cuando predico, hablo a sordos, a gente que duerme, mientras que, cuando rezo, hablo con el buen Dios que no está sordo.


*****

    Un rico protestante tuvo un diálogo con el santo. Al final, le regaló una medalla de la Virgen. El protestante le dijo: Usted da una medalla a un herético, pues para usted yo soy un herético, pero yo confío en Cristo que dijo: “El que cree en mí, tendrá la vida eterna”. Y le respondió: “Amigo mío, también Jesús ha dicho: El que no escucha a la Iglesia, sea considerado como un pagano (Mt 18, 17). Él dice que hay un solo rebaño y un solo pastor. Él ha puesto a Pedro como jefe de su rebaño. No hay dos maneras buenas de servir a Nuestro Señor. Sólo hay una que es servirle como Él quiere ser servido”


*****

"Cuando no tenéis el amor de Dios en vosotros, sois muy pobres. Sois como un árbol sin flores y sin frutos".

Cuando nos abandonamos a nuestras pasiones, entrelazamos espinas alrededor de nuestro corazón.
El que vive en el pecado toma las costumbres y formas de las bestias. La bestia, que no tiene capacidad de razonar, sólo conoce sus apetitos; del mismo modo, el hombre que se vuelve semejante a las bestias pierde la razón y se deja conducir por los movimientos de su'cadáver' (su cuerpo).Un cristiano, creado a la imagen de Dios, redimido por la sangre de un Dios. iUn cristiano... hijo de Dios, hermano de Dios, heredero de Dios! iUn cristiano, objeto de las complacencias de tres Personas divinas! Un cristiano cuyo cuerpo es el templo del Espíritu Santo: he aquí lo que el pecado deshonra!
El pecado es el verdugo del Buen Dios el asesino del alma...
Ofender al Buen Dios, que sólo nos ha hecho bien! Contentar al demonio que tan sólo nos hace mal !¡ Qué locura!!!
 

Oración del cura de Ars

    Yo te amo, Dios mío, y mi único deseo es amarte hasta el último suspiro de mi vida. Yo te amo, oh Dios infinitamente amable. Yo prefiero morir, amándote, que vivir un solo instante sin amarte. Te amo, Señor, y la única gracia que te pido es la de amarte eternamente.
No deseo el cielo, sino para tener la felicidad de amarte plenamente. Te amo, Dios mío, infinitamente bueno. Si mi lengua no puede decir en cada momento que te amo, quiero que mi corazón lo repita a cada respiración. Dios mío, dame la gracia de sufrir amándote y de amarte sufriendo. Te amo, Dios mío.

2 comentarios:

  1. Gracias por dejarme conocer un poco la vida del santo Cura de Ars, me quedo con saber que entrego su vida por amor, y su gran enseñanza: que maria es un puente de misericordia entre Dios y nosotros, Dios les bendiga.

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