Alimento para el alma

viernes, 11 de mayo de 2012

SABIDURIA; Confianza

La confianza, como el arte, nunca proviene de tener todas las respuestas, sino de estar abierto a todas la preguntas. – Earl Gray Stevens

¡Confiamos demasiado en los sistemas, y muy poco en los hombres!. – Benjamin Disraeli

No te fiéis del que de nadie se fía. – Arturo Graf

Desconfía de la persona que lo ve todo bien, y de aquel que lo ve todo mal. – Johann Kaspar Lavater

Aprende a confiar en tu corazón, pero primero edúcalo. – Anónimo

La confianza ha de darnos la paz. No basta la buena fe, es preciso mostrarla, porque los hombres siempre ven y pocas veces piensan. – Simón Bolívar

Qué soledad es más solitaria que la desconfianza. – George Elliot

El que se fía de cualquiera demuestra poca discreción y sensatez; el que de nadie se fía demuestra tener todavía menos. – Arturo Graf

Desconfíen del rencor de los solitarios que dan la espalda al amor, a la ambición, a la sociedad. Se vengarán un día de haber renunciado a todo eso. – Émile Cioran

Las muchas promesas disminuyen la confianza. – Quinto Horacio Flaco

Ante todo confía en el Señor Jesús, pues el dice vengan a mí todos los que esten cansados y agoviados que yo les aliviaré.

miércoles, 9 de mayo de 2012

ORANDO POR SANACIÓN

El ser humano está enfermo… enfermo por el pecado que ataca e infecta tanto el cuerpo como el alma… En los Evangelios vemos cómo Jesús sanó a todos los que se acercaban a Él: “los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan” (Mateo 11, 5)… Pero la sanación física siempre era producto de una sanación mayor… la sanación interior…
Hoy les traigo una hermosa oración de sanación física y espiritual que escribió el Padre Slavko Barbarić en su libro “Ora con el corazón”… Háganla con la seguridad de que Dios les ofrecerá la sanación que ansían a través de ella…

Oración por la sanación
P. Slavko Barbarić, ofm.

Ora con el corazón.

Jesús, Tú viniste por los enfermos y los pecadores. Por eso, me vuelvo hacia Ti y quiero pedirte que sanes mi alma y mi cuerpo. Tú sabes, Jesús, que el pecado destroza y desgarra la integridad del ser humano; que destruye las relaciones entre los hombres y nuestra amistad con contigo. Pero no existe pecado ni enfermedad que Tú no puedas curar con Tu Palabra omnipotente. No hay herida alguna que no pueda ser sanada por Ti.
María, Tú me has invitado a orar por mi sanación. Quiero hacerlo ahora y por eso te pido que acompañes mi oración con tu fe. Ora conmigo en estos momentos, para que pueda ser digno de obtener la gracia de la curación, no sólo para mí, sino también para aquellos por quienes deseo interceder.

1. ¡Ven, Señor Jesús!

Sucedió que cierto día subió a una barca con sus discípulos, y les dijo: «Pasemos a la otra orilla del lago». Y se hicieron a la mar. Mientras ellos navegaban, se durmió. Se abatió sobre el lago una borrasca; se inundaba la barca y estaban en peligro. Entonces, acercándose, le despertaron, diciendo: «¡Maestro, Maestro, que perecemos!» Él, habiéndose despertado, increpó al viento y al oleaje, que amainaron, y sobrevino la bonanza. Entonces les dijo: «¿Dónde está vuestra fe?» Ellos, llenos de temor, se decían entre sí maravillados: «Pues ¿quién es éste, que impera a los vientos y al agua, y le obedecen?» (Lucas 8, 22-25).
Jesús, Tú viniste también a calmar las tempestades del mundo y te haces presente en la barca de toda vida. ¡Lo haces porque tu nombre es Emmanuel… Dios con nosotros, Dios por nosotros! Por tanto, ahora te pido Señor, que entres en mi vida. También mi barca ha comenzado a hundirse, anegando mi conciencia y mi subconsciente. ¡Entra, Jesús, a las profundidades de mi alma! He perdido mi rumbo Señor. ¡Levántate y ordena a mi inquietud que se calme! ¡Ordena a las olas de muerte que me rodean que dejen de amenazarme! Apacigua mi corazón para que pueda escuchar Tu Palabra divina y creadora.
(Permanece en silencio y escucha la voz del Señor en tu corazón)
¡Ven, Jesús, y sube también a la barca de mi familia, de mi comunidad, de mi país y del mundo entero! ¡Permite, Señor, que nuestros gritos te despierten! Extiende tu mano para que llegue la calma. ¡Ven Señor Jesús, ven! Penetra hasta el fondo de mi ser y entra en aquel rincón donde he sido más lastimado.
Ven, Jesús, y sube igualmente en las barcas de aquellas vidas que se encuentran ancladas a los hábitos más perniciosos: al alcohol, a las drogas, a los placeres carnales, y que les impiden continuar navegando de frente. Jesús, calma las tempestades. ¡Haz que todos escuchemos tu voz y que venga a nosotros Tu Paz!

2. Decisión

Jesús, Tú estás en la barca de mi vida. Tú eres mi Dios, por eso te adoro y te glorifico, porque solamente Tú eres santo, solamente Tú eres el Señor. Creo en Ti y confío en Ti. Por tanto, me pongo totalmente en tus manos. Me decido hoy por Ti y por Tu Misericordia divina. Contigo y con Tu Madre, digo en este momento: “Hágase en mí Tu Voluntad, Señor… en la salud y en la enfermedad; en el éxito y en el fracaso; en las alegrías y en las tristezas; en la vida y en la muerte; en el presente y en la eternidad”.
Jesús, frecuentemente he dudado en hacer el bien. En su lugar, he preferido a menudo hacer mi voluntad y las consecuencias de ello me han hecho mal. ¡Sáname de mi incredulidad y de las resistencias que he opuesto, las veces que me he negado a aceptar la voluntad del Padre!
María, con Tú oración, alcanza para mí la gracia de que mi determinación de seguir a Jesús sea irrevocable. ¡Ayúdame a nunca apartarme de ella y a permanecer siempre fiel a esta decisión!
(Permanece en silencio y abre tu corazón a la acción del Señor)

3. Renuncia

Jesús, yo renuncio a todo pecado. Renuncio a Satanás y a todas sus seducciones, a sus mentiras y engaños. Renuncio a cualquier ídolo e idolatría. Renuncio a mi falta de perdón y a mi rencor; a mi vida egoísta y altiva. Me deshago de toda enfermedad espiritual y de toda atadura, para que Tú, Jesús, puedas entrar en mi alma.
¡Madre… Madre mía, ayúdame a aplastar la cabeza de Satanás en mi vida!

4. Oración para ser capaces de amar

«Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo”. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre Celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos» (Mateo 5, 43-45).
Jesús, Tú nos has llamado a amar… Hoy reconozco ante Ti la fragilidad de mi amor. Sana en mí todas esas heridas que han sido provocadas a causa del desamor y de mis pecados, ¡heridas que me impiden amarte a Ti, mi Señor, sobre todas las cosas! ¡Purifica mi corazón de la herencia dolorosa que arrastra por los pecados de mis ancestros y por las iniquidades del mundo! ¡Libéralo de todas las cargas que han acumulado a través de mi infancia y adolescencia!
Haz que el fuego de Tu Amor y la gracia de Tu Sanación iluminen mi oscuridad y derritan el hielo del mal que aún habita en mí. Renueva completamente mi capacidad de amar. Que a partir de ahora, pueda yo amar a los hombres con todo mi corazón, incluso a aquellos que me han lastimado. Muy a menudo he sido incapaz de perdonar las injusticias de los demás. Perdona, Señor, las veces que me he agobiado a mi mismo y a otros también, con la envidia y los celos.
¡Sana igualmente mi fe en Ti, Señor! Haz que la gracia de la confianza desaparezca en mi toda desconfianza y temor. ¡Cúrame de la ausencia de Dios en mis pensamientos, palabras y obras!
Al mismo tiempo Jesús, te pido que sanes los lazos afectivos en mi familia. ¡Sana el amor entre los esposos, entre padre e hijos, entre los que están enfermos y los que poseen salud! ¡Jesús, sana el amor entre todos los hombres del mundo!
(Ora en silencio por aquella persona que no amas y que no puedes perdonar)

5. Oración por la sanación del alma

Jesús, te doy gracias ahora por mi alma. Tú sabes que en ella se reflejan también las consecuencias del pecado. Por eso, frecuentemente estoy nervioso y reacciono con agresividad. Fácilmente pierdo la paciencia y estoy atado al rencor. Los malos hábitos aprisionan mi alma y empeoran aún más mis heridas. Todo esto me dificulta amar a los demás. En el fondo de mi alma han quedado grabadas ciertas experiencias, las cuales me inducen a actuar con desconfianza y temor.
¡Jesús, purifica mi subconsciente! Penetra en él con Tu Luz, para que nunca más sea yo víctima de la oscuridad. Con el poder de Tu Gracia, toca aquellas fibras de mi alma en las cuales se ha asentado el apego a los bienes materiales, haciéndome presa del temor. ¡Sana mi alma, Señor, para que mi espíritu pueda abrirse libremente hacia Ti!
¡Sáname de la desconfianza hacia Ti y hacia Tu Palabra! Jesús, yo te suplico que cures en mí todas aquellas heridas y frustraciones causadas por los fracasos y los deseos no satisfechos. ¡Aparta toda tiniebla de mi interior y sana las heridas más profundas de mi subconsciente! Permite que éste descanse en Ti, Señor.
Te pido ahora por los perturbados y enfermos mentales. Haz a un lado sus cargas y limpia las heridas que han trastornado sus mentes. Protege a los niños que viven con el estigma de la propensión hereditaria a este tipo de males. Cura todo desdoblamiento de personalidad, miedos y depresiones; cada neurosis y estado psicópata. Sana también, a todos aquellos cuyas mentes se han enfermado a causa de algún fracaso en su familia, estudios o trabajo. ¡Aparta de ellos los pensamientos de autodestrucción y suicidio, y libéralos de cualquier obsesión!
¡Oh, Jesús, se Tú el dueño de nuestras almas! Cura a todos aquellos que se han dañado a sí mismos por medio de prácticas de superchería. ¡Libéralos de las consecuencias de la brujería y hechicería! Restaura cada alma y devuélvele la paz que ha perdido.

6. Oración por la sanación física

«Al atardecer, le trajeron muchos endemoniados; Él expulsó a los espíritus con una palabra, y curó a todos los enfermos, para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías: “Él tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades”» (Mateo 8, 16-17).
¡Jesús, sana mi cuerpo! Aquí estoy ante Ti, con mis dolores físicos y los males que deterioran mi salud. Cúrame de las enfermedades que padezco en estos momentos…
(En silencio, menciona las enfermedades que padeces)
¡Protégeme de toda enfermedad! Pero, si es Tu Voluntad que yo cargue con la cruz de mis padecimientos, entonces yo acepto esta cruz y te pido la gracia de llevarla con amor.
¡Ahora, Jesús, te pido por la sanación física de mis familiares y seres queridos!
(En silencio, menciona sus nombres)
Jesús, si es la voluntad del Padre que ellos continúen enfermos, yo te pido que les concedas la fortaleza necesaria para que ellos también carguen sus cruces con amor. ¡Cura a todos los enfermos del mundo! Protege a la humanidad entera de las epidemias y males incurables. En una palabra, Jesús, ¡cura todas nuestras enfermedades, porque Tú viniste a tomarlas sobre Ti para salvarnos!

7. Oración final

Padre celestial, gracias por haberme creado y por haberme redimido por medio de Jesucristo, Tu Hijo. Gracias por sanar en Su Nombre mi espíritu, mi alma y mi cuerpo, y por haberme dado una nueva capacidad de amar. ¡Haz que la bendición de la paz y la reconciliación, del amor y la confianza desciendan sobre mí, sobre mi familia, sobre la Iglesia y sobre el mundo entero!
Permite que María, al orar con nosotros, obtenga de Tu Bondad paternal todo lo que necesitamos para el bien de nuestras almas y cuerpos.
¡Qué así sea! Amén.

Solamente en Jesús nuestro Señor encontramos amor, sanidad, perdón, y paz, dichoso el que encuentra este tesoro y lo prefiere antes que al oro y la plata. Gracias Padre por tan grande Amor para tus hijos. 

domingo, 6 de mayo de 2012

10 CONSEJOS PARA LA VIDA FELIZ!

1.- La Actitud

La Felicidad es una elección que puedo hacer en cualquier momento y en cualquier lugar. Mis pensamientos son los que me hacen sentir feliz o desgraciado, no mis circunstancias. Sé capaz de cambiarte a ti mismo, y el mundo cambiará contigo.
Recuerda que lo único que puedes controlar en el mundo son tus pensamientos...

2.- El Cuerpo
Mis sentimientos son influenciados por mi postura. Una postura adecuada genera una disposición feliz.
Es importante también que hagas ejercicio, éste nos libera del estrés y genera la secreción de endorfinas, que hacen que nos sintamos bien. Mira siempre hacia arriba y solo podrás reír, pues no conozco a nadie que haya podido llorar en esa postura.

3.- El Momento
La felicidad no esta en los años, meses, en las semanas, ni siquiera en los días. Solo se la puede encontrar en los momentos. "Hoy es el mañana de ayer"... además la vida siempre tiene derecho a sorprendernos, así que aprende a vivir el presente sin ninguno de los traumas del pasado ni las expectativas del futuro. Recuerda que la Felicidad no es una meta, sino un trayecto. Disfruta de cada momento como si en él se combinaran tu pasado,
tu presente y tu futuro.

4.- Nuestra Propia Imagen
Debo aprender a amarme a mi mismo como soy. Creer en ti mismo da resultados. Cuanto más te conozcas, mayor será tu ventaja con respecto a los demás.
Hammarshold decía: "El camino más difícil es el camino al interior"... pero, al menos una vez en la vida, debemos recorrerlo.

5.- Las Metas
¿Sabes cuál es la diferencia entre un sueño y una meta?
Una meta es un sueño con una fecha concreta para convertirse en realidad. Un sueño es solo un sueño, algo que esta fuera de la realidad... así que atrévete a soñar,
pero atrévete también a lograr que esos sueños se hagan realidad!. "Apunta hacia la Luna, pues aunque te equivoques, llegarás a las estrellas..." Y cuando te pongas una meta difícil o creas que tienes un sueño imposible, recuerda que el éxito es solo la recompensa, pues lo que vale es el esfuerzo.

6.- El Humor
La sonrisa es muy importante para mejorar la autoestima. Cuando sonreímos, aunque no sintamos nada, nuestro cerebro lo entiende como una señal que todo va bien y manda un mensaje al sistema nervioso central para que libere una sustancia llamada beta-endorfina, que da a la mente una respuesta positiva. Dicen que una sonrisa cuesta menos que la electricidad, pero que da más luz. Además, con cada sonrisa siembras una esperanza.

7.- El Perdón
Mientras tengas resentimientos y odios, será imposible ser feliz. Lo maravilloso del perdón no es que libera al otro de su eventual culpa, sino que te libera a ti de un sufrimiento.

8.- Dar
Uno de los verdaderos secretos para ser feliz es aprender a dar, sin esperar nada a cambio. Es una ley dada por el mismo Dios, te devolverán con creces lo que des. Si das odio, recibirás odio, pero si das amor, recibirás invariablemente amor.
Solo el que aprende a dar está en camino descubrir la verdadera felicidad.

9.- Las Relaciones
La sinergia es unir fuerzas y caminar juntos para conseguir cosas. Siempre que dos o más personas se unen en un espíritu de colaboración y respeto, la sinergia se manifiesta en forma natural. Entiende a las personas que te rodean, quiere a tus amigos como son,
sin intentar cambiarlos, porque cuando te sientas mal, el verdadero amigo estará allí para apoyarte y brindarte todo su amor, se llama Jesús.  
Así que cultiva tus amistades. La amistad, al igual que la mayoría de los sentimientos, debe fluir de manera natural.

10.- La Fe
La fe crea confianza, nos da paz mental y libera al alma de sus dudas, las preocupaciones, la ansiedad y el miedo.


Sólo estas tres virtudes permanecen: Fe, Esperanza y Amor... la Fe entendida como la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que aún no se ve! La esperanza como la seguridad de un mañana mejor! y El Amor como la perfección del ser, como Dios mismo! 


sábado, 5 de mayo de 2012

UN HELADO POR FAVOR



En los días en que un helado costaba mucho menos que ahora, un niño de diez años entró en un establecimiento y se sentó en una mesa. La camarera puso un vaso de agua enfrente de él. ¿Cuánto cuesta un helado con chocolate y nueces? Pregunto el niño; cincuenta peniques, respondió la mesera. El niño sacó su mano del bolsillo y examinó su número de monedas.

¿Cuánto cuesta un helado sólo?, volvió a preguntar. Algunas personas estaban esperando por una mesa y la camarera ya estaba un poco impaciente. Treinta y cinco peniques dijo ella bruscamente. El niño volvió a contar las monedas. Quiero el helado sólo dijo. La camarera le trajo el helado con mala cara, puso la cuenta en la mesa y se fue. El niño termino el helado, pagó en la caja y se fue.

Cuando la mesera volvió, ella empezó a limpiar la mesa y entonces descubrió lo injusta q había sido. Allí, puestos ordenadamente junto al plato vacío había quince peniques... su propina.

jueves, 3 de mayo de 2012

SABIDURIA; Mujeres


Elige una mujer de la cual puedas decir: Yo hubiera podido buscarla más bella pero no mejor. – Pitágoras de Samos

Las mujeres han sido hechas para ser amadas, no para ser comprendidas.
– Oscar Wilde

La intuición de una mujer es más precisa que la certeza de un hombre.
– Rudyard Kipling

Quien quiera ver prosperar sus negocios, consulte a su mujer.
– Benjamin Franklin

Las mujeres no advierten lo que hacemos por ellas; no notan sino lo que dejamos de hacer. – Georges Courteline

LOS TRES LADRONES


He aquí un hombre que nació en una aldea insignificante. Creció en una villa oscura. Trabajó hasta los 30 años en una carpintería.

Durante tres años fue predicador ambulante. Nunca escribió un libro. Nunca tuvo un puesto de importancia.
No formó una familia.   No fue a la universidad. Nunca puso sus pies en lo que consideraríamos una gran ciudad.

Nunca viajó a más de trescientos kilómetros de su ciudad natal. No hizo ninguna de las cosas que generalmente acompañan a los "grandes".
No tuvo más credenciales que su propia persona. La opinión popular se puso en contra suya.
Sus amigos huyeron. Uno de ellos lo traicionó. Fue entregado a sus enemigos.
Tuvo que soportar la farsa de un proceso judicial.
Lo asesinaron clavándolo en una cruz, entre dos ladrones.

Mientras agonizaba, los encargados de su ejecución se disputaron la única cosa que fue de su propiedad: una túnica.  Lo sepultaron en una tumba prestada por la compasión de un amigo.

Según las "normas sociales", su vida fue un fracaso total.

Han pasado casi veinte siglos y hoy Él es la pieza central en el "ajedrez" de la historia humana. No es exagerado decir que todos los ejércitos que han marchado, todas las armadas que se han construido, todos los estados y dictaduras,  todos los reyes y autoridades que han gobernado, puestos juntos, no han afectado tan poderosamente la existencia del ser humano sobre la Tierra como la vida sencilla y humilde de Jesús el Hijo de María de Nazaret, desendiente de David y Rey de los Judíos.

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LOS TRES LADRONES

Época fue de sórbidas pasiones:
El mundo de dolor estaba henchido
y en Gólgota, en sombras convertido,
se hallaban en sus cruces tres ladrones.

A un lado, en espantosas contorsiones,
se encontraba un ratero empedernido;
en el otro, un ladrón arrepentido,
y en medio el robador de corazones.

De luto se cubrió la vasta esfera;
Gestas, el malo, se retuerce y gime;
Dimas, el bueno, en su tortura espera.

Y el otro, aquel de larga cabellera,
que sufre, que perdona y que redime,
se robó al fin la humanidad entera!.
 

martes, 1 de mayo de 2012

SABIDURIA; Trabajo

Trabajar constituye un deber indispensable para el hombre social. Rico o pobre, poderoso o débil, todo ciudadano ocioso es un ladrón. – Jean Jacques Rousseau

La oxidación por falta de uso gasta mucho más las herramientas que el propio trabajo. – Benjamin Franklin

Un hombre con pereza es un reloj sin cuerda. – Jaime Balmes

Donde el alma no trabaja junto con las manos, ahí, no hay arte. – Leonardo Da Vinci

Me gusta y me fascina el trabajo. Podría estar sentado horas y horas mirando a otros cómo trabajan. – Jerome Klapka

Lo que con mucho trabajo se adquiere, más se ama. – Aristóteles

Una máquina puede hacer el trabajo de 50 hombres corrientes. Pero no existe ninguna máquina que pueda hacer el trabajo de un hombre extraordinario. – Elbert Hubbard

No puedo parar de trabajar. Tendré toda la eternidad para descansar. – Madre Teresa de Calcuta

Un síntoma de que te acercas a una crisis nerviosa es creer que tu trabajo es tremendamente importante. – Bertrand Russell

Dichoso el que gusta las dulzuras del trabajo sin ser su esclavo. – Benito Pérez Galdos